Hongos Comestibles

Los hongos comestibles pueden representar una buena alternativa para la alimentación de la población en general y, para la industria de los alimentos, puede representar buenos negocios en el área. Creo que aún no se ha explotado, ni siquiera se ha planteado, este sector.

La historia de los hongos comestibles comienza en el Antiguo Egipto, que consideraba a los hongos como un alimento caido del cielo. Creo que tiene que ver con el hecho de que no tiene raíces y nacen de la nocha a la mañana y no tienen hojas, flores ni semillas. Además, son nutritivos y sabrosos.

Los fitonutrientes que contienen pueden contribuir a la lucha contra el cáncer. Por ejemplo, se ha encontrado que una dieta de hongos puede proteger contra el desarrollo del cáncer de seno, al prevenir la ciruclación excesiva de niveles altos de estrógeno en el cuerpo, lo que ha sido vinculado al riesgo de cáncer de seno.

Los hongos pueden contener, además, muchos microelementos como manganeso, cobre, hierro, zinc, selenio, además de vitaminas del complejo B

Por otra parte, también se han encontrado efectos beneficios en la lucha contra el Alzheimer y la declinación cognitiva relacionada a la vejez. Otra característica importante son los antioxidantes que pueden encontrarse en los hongos, pues contienen, en general L-ergotionina, en una concentración muy relevante.

Además de estos hechos nutricionales, los hongos también pueden manipularse de tal forma que pueden agregarse como complemento para carnes vegetarianas. Y no solo eso, sino que pueden tener, por su comportamiento frente al agua (la absorbe fácilmente y se vuelven muy esponjosos), otros usos en la industria de los alimentos. Hasta ahora no se encuentran en el mercado más presentaciones que las de hongos secos, en rodajas o trozos. Faltaría encontrar otras formas en las que se puedan incorporar a productos manufacturados.