Cambio Climático

La preocupación por el cambio climático cada vez se hace más grande, al menos así se percibe en los medios, aunque las políticas de los países no se vea reflejada en hechos. Kathy Freston escribe en su blog acerca del tema con una cita del Presidente Herbert Hoover en la que prometía que los ciudadanos de Estados Unidos, su pais, tendrían gallinas en su comida y carros en sus cocheras, lo cual, a estas alturas del calentamiento global, no tiene sentido.

En los textos sobre la evolución de nuestro planeta también se nos dice que las condiciones propicias para la vida comenzaron cuando las células verdes azules comenzaron a generar gases que permitían mantener el calor en la tierra. Con el paso de los miles y miles de años, la vida se fue haciendo más compleja y manadas de dinosaurios (en los términos genéricos de la palabra) comenzaron a expulsar de sus estómagos, enormes cantidades de gas metano, así como de sus pulmones el dióxido de carbono, producto de su alimentación y respiración, respectivamente. La temperatura del planeta comenzó a estabilizarse y la vida continuó sin mayores sobresaltos.

El calentamiento global no es un tema que ha surgido de la noche a la mañana. Desde hace muchos años se ha venido observando esta tendencia y, de alguna manera, se ha intentado regular los gases que provocan el incremento observado. El ambiente ha venido cambiando, es evidente, a medida que el 'progreso' ha venido avanzando y por las protestas de la gente, conciente o inconcientemente, se ha regulado algunas emisiones. La niebla de Londres fue famosa en tiempos pasados, ahora no se menciona ni es una característica de esa ciudad, como lo era antes.

Algunas regulaciones, en los Estados Unidos, dieron lugar a situaciones que parecerían ridículas, como lo fue el caso de la empresa de Cervezas Coors, que reportó voluntariamente que estaba emitiendo niveles de compuestos volátiles mucho mayores que lo que la EPA había calculado y, como pago, le impusieron una multa muy grande de dinero.

Hace un mes, un reporte de las Naciones Unidas sobre la producción granjera y el ambiente, llegó a la siguiente conclusión (cito el blog de Freston): "El sector granjero suge como uno de los dos o tres sectores que contribuyen más significativamente a los problemas ambientales, a escala global como a escala local". Y esto tiene que ver con la alimentación de los animales, la degradación de la tierra, la contaminación del aire, el suministro de agua y su contaminación, la pérdida de la biodiversidad y, por si fuera poco, tiene que ver también con el calentamiento global.

Por otra parte, hay que estar muy claros de que quien contribuye fundamentalmente a la emisión de gases que provocan el calentamiento global es la quema de combustible fósil. La industria es uno de los mayores consumidores, seguido de la industria automovilística.

La Toyota lanzó, hace más de diez años, su carro híbrido "Toyota Prius", que marcha con gasolina y con electricidad. Sin embargo, todavía emite gases que causan el aumento del efecto invernadero. Se dice que los fabricantes de carros alemanes están por lanzar su carro de Hidrógeno en estos años, que no contamina el ambiente con este tipo de gases.

Pero, volviendo al tema alimenticio, el consumo de carne produce mayores problemas que beneficios, en términos ambientales. Para producir 100 kilos de carnes hay que consumir varias manzanas de terreno en forrajes, se contamina mucha cantidad de agua, ya sea por limpieza de los desperdicios de los animales vivos, como para la limpieza de los resultados de la faena de matanza de dichos animales. Otro tanto de contaminación se obtiene si se procesa la carne, sin contar con los problemas ambientales asociados con la refrigeración, el transporte, el embalaje y todas aquellas actividades asociadas a la cadena de producción de un alimento de origen cárnico.

Hay quienes proponen, como la autora del blog mencionado, que es mejor ser vegetarianos que carnívoro (u ommivoro, como se diga), pues la producción de alimentos vegetales contamina menos que la producción de alimentos cárnicos. Probablemente tenga razón, pues el estado actual de la industria de los alimentos tiende a cambiar la forma en que se plantean estos problemas. Independientemente de qué tipo de alimentos se produzcan, siempre es un problema el uso de la energía. La industria tiene que buscar formas y métodos para aumentar su eficiencia energética, así como formas más efectivas y con menores costos para tratar la contaminación del aire, agua y tierra.

Lo cierto es que estamos viviendo una crisis que nos puede explotar en nuestra cara, o en la cara de nuestros descendientes.