Recientemente se llevó a cabo una reunión informativa sobre el cultivo de la planta amazónica Stevia. La reunión se llevó a cabo en la Facultad de Agricultura e Investigación Agrícola de la Universidad Dr. José Matías Delgado y fue llevada a cabo por Fiagro. El esfuerzo por llevar a cabo este tipo de reuniones divulgativas en torno a nuevas alternativas de cultivo para nuestro país es valioso, pues son formas de potenciar el agro, tan necesario en estos momentos.
Por mi parte, me gustaría aportar otras alternativas y que, por el conocimiento que se tienen de las plantas o árboles a los que me referiré, me parece que resultarían más fáciles de cultivar o de promover entre los agricultores. Además, estoy tomando en cuenta lo que se oye, o se lee, en la industria a nivel global.
Por otra parte, leía que la oferta de la Granada (Punica Granatum) ha sido superada por la demanda. La Granada es una fruta muy apreciada por sus diversas propiedades. Por su alto contenido en antioxidantes, por su sabor (no muy dulce, no muy amarga) y por sus usos en la cosmetología. Aunque con relación a la cosmetología es mejor decir cosmecéutica, pues sus usos son beneficiosos para la piel. La literatura sobre la Granada es bastante amplia y uno puede encontrar en la red algunos artículos, como el encontrado en Le Magazine, publicación de mayo de 2007; o bien, en Everybody.co.nz, publicación en red de oridgen neozelandéz y que se refiere a los efectos benéficos en la próstata. También hay quien habla de la Granada como proveniente de la era bíblica y sus efectos positivos en la salud.
Aquí en El Salvador se cultiva la Granada; pero no hay plantaciones de la misma, por lo que valdría la pena pensar en ello. En los Estados Unidos, el mercado de la Granada alcanza casi los 100 millones de dólares al año y va creciendo. Y, como mencioné al inicio, hay una demanda tan alta que la oferta no la puede proveer totalmente.
El otro cultivo que puede promoverse es el cultivo del Capulín. El fruto del Capulín es un fruto muy dulce y podría industrializarse en bebidas. El nombre científico del Capulín es Prunus serotina subsp. capuli. Aquí, de nuevo en El Salvador, el Capulín es conocido, aunque no al grado de que haya un consumo comercial. Pero, los niveles de antioxidantes que podrían tener y que no se han investigado totalmente, podrían hacer del Capulín un cultivo muy rentable.
Del Capulín puedo hablar personalmente. Es una de las frutas que más me gustan. Las he saboreado desde mi infancia. Recuerdo haberlo probado en un predio baldío frente a mi hogar. Nos asombrada este árbol, pues los murciélagos dejaban los restos de las frutas debajo de unas oscuras gradas que había en mi casa. Ahora, cuando saboreo esos frutos mi recuerdo va hacia esos murciélagos. A mi me asombra la fortaleza del capulín, pues crece en cualquier lugar. Lo he visto en el centro de San Salvador, creciendo en predios baldíos y que fueron viejos caserones destruidos y que nunca fueron reconstruidos. Lo he visto creciendo en cualquier acera, sin que nadie le de cuidados, ni abono, ni nada. Pero el fruto siempre es muy dulce y sabroso. Un árbol así debe dar un fruto muy poderoso, me parece.
C
reo, en resumen, que la Granada y el Capulín, merecen la oportunidad de ser cultivados en serio. Creo que es bueno el cultivo del Noni y de la Stevia, pero me parece, por la literatura especializada, que los antioxidantes que éstos aportarían a una dieta, son menores a los antioxidantes que aportarían la Granada y el Capulín.
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