Stevia

Debo admitir que cada vez que me ofrecen “azúcar dietética” respondo que no hay azúcar dietética y que, si lo que me ofrecen es Aspartame, comienzo a repetir lo que, para mi, se ha convertido en letanía: El Aspartame da cáncer, tumores cerebrales, puede atacar la vista, “seca” el líquido sinovial de las articulaciones, etc.
Si alguien, en cambio, me habla de la Splenda, entonces no digo nada. Lo que he leído de este edulcurante no es concluyente. Algunos consumidores han dicho que les produce alergias, pero no pueden diferenciar estos síntomas de otros.
En lo personal no consumo Splenda ni se lo recomendaría a nadie. Pero me parece que no es tan grave como el Aspartame.
Pero, si hay algún edulcurante que puedo recomendar es la Stevia. En primer lugar, porque es un producto natural, utilizado por los indígenas del sur de Brasil, del Matto Grosso. Y eso es una razón suficiente para no tenerle miedo.
Claro, la FDA puso una restricción a su uso, pues la encontró peligrosa para la salud de los consumidores. Pero desde hace algún tiempo, y más en estos últimos meses en que la FDA ya no tiene dientes, no creo en las buenas intenciones de este organismo. Creo que vale la pena leer algunos artículos relacionados a ello, en los que puede entenderse la actuación de la FDA respecto a la Stevia.
La Stevia, una planta usada por siglos, es el edulcurante que podría ayudar a diabéticos, sin los peligros asociados con el Aspartame y los productos que lo contienen.