Wednesday, May 02, 2007

Dime qué comes y te diré cómo te sientes

Nos vamos a ir al extremo para explicar un poco la relación entre lo que consumimos y el cómo nos sentimos: tras una noche de tragos y, dependiendo del volumen ingerido, así nos sentiremos al día siguiente. O bien otro caso, después de una cena excesiva, lo más probable es que tengamos pesadillas o que nos levantemos al día siguiente con la "mente nublada". La relación entre la bebida y la comida con nuestro sensación de malestar es evidente.

Lo que no puede resultarnos evidente es la relación entre una determinada alimentación y la sensación de bienestar que uno pueda tener en consecuencia. Se dice, por ejemplo, que los chocolates tienen la propiedad de hacernos sentir enamorados, incluso cuando no tengamos ningún compromiso de ese tipo. Recuerdo que un libro del herbolario Messegué (no tengo el vínculo en estos momentos) mencionaba que, en las Antillas, se alimentan con ajo a los gallos de pelea para hacerlos más agresivos. También recuerdo que en mi ninez oía a los adultos comentar de que no debía tomarse limones, puesto que éstos les quitaban el apetito sexual. En fin, la relación puede ser posible, pero sin evidencia científica es muy difícil establecerla.

La bioquímica, por su parte, nos ha dado una idea más clara de los efectos que tienen los alimentos, y los contenidos químicos de los mismos, sobre nuestro cuerpo y sobre nuestro humor. Y con ello se puede obtener un cuadro de alimentos que puedan ayudarnos a hacernos sentir como querramos. Se dice, por ejemplo, que un almuerzo rico en proteínas y carbohidratos, pero bajo en grasas nos pueden mantener alertas durante el resto de la tarde. Yo le agregaría que es mejor una siesta, siguiendo costumbres que hoy por hoy ya se han perdido. O bien, que se tome una taza de café, no descafeinado.

Para mantenerse calmado, sobre todo cuando tenemos alguna tensión por cualquier motivo, algunos recomiendan consumir más carbohidratos y no consumir proteínas. Eso sí, hay que tener en cuenta que también podemos excedernos y consumir demasiadas calorías. En dicho caso, seríamos un poco más obesos y un poco más calmados.

Para mejorar nuestro estado de alerta y de respuesta a los estímulos se recomienda consumir productos que tengan colina, como el huevo, la lecha o el hígado. También se recomiendan las pasas para el mismo efecto, además de contener muchos antioxidantes.

Para mantener nuestro estado de alerta se recomienda consumir manzanas, toronja, aguacate y brócoli, pues contienen Boro, responsable para la memoria a corto plazo (necesito boro, pues tengo algunas fallas en este tipo de memoria, pr cierto) y de la coordinación ojo-mano. También los limones están indicados para el estado de alerta.

Para sentirnos con energía se recomiendan las naranjas, las manzanas, la leche de soya, las flores de girasol (aunque nos sintamos como pajaritos) y atún. El atún, por su contenido proteínico es útil para la reparación del tejido muscular y por su suplemento de tirosina.

Para sentirnos alegres se puede comer bananas, que, por su contenido de vitamina B6, ayuda a crear serotonina en nuestros cerebros. Hay investigaciones en las que, alimentando a un mono con bananos, restrigiendo esta fruta en el resto de la manada, se convertía a dicho mono en mono alfa en muy poco tiempo.

Por otra parte, es necesario tomar al menos dos litros de agua diariamente. Además de controlar nuestro apetito limpia nuestro cuerpo. También conviene alimentarse tres veces al día. Mucha gente al perder un tiempo de comida también pierde el caracter. Algunos recomiendan visitar al médico regularmente, para que éste le brinde consejos de salud. Yo recomendaría que se visitara a la nutricionista. Al médico, es cuestión de cada uno.

No comments: