Trazabilldad

En los Estados Unidos y en el Reino Unido hay una preocupación en las empresas de los alimentos que, en estas tierras, también deberíamos estar en sintonía. En esos países, en donde el consumidor está informado de lo que consume, de qué tipo de procesos son los que han sido hechos en los alimentos, de los ingredientes que se utilizan y otros aspectos importantes, la preocupación de los fabricantes está en que no existe confianza en lo que ellos declaran en las etiquetas.

Esto se trata de una percepción, pero que tiene una repercusión muy fuerte en los negocios de las empresas. Para el consumidor que le interesa, y que está educado en este sentido, su salud, le interesaría saber si el alimento que compra no contiene algún aditivo que tenga algún peligro a la salud. Por ejemplo, muchas personas tiene miedo al uso de preservantes en alimentos procesados y algunos de estos, en nuestro país, no contienen ninguna información específica al respecto.

En los países desarrollados, la percepción que el consumidor tiene sobre un producto tiene un gran impacto, en especial cuando el consumidor es parte de los que se llama "omni consumidor", que es aquel consumidor muy ilustrado que cuestiona no solamente el tipo de alimento, el proceso de manufacturación, empaques y otras características, sino que cuestiona la forma en que ha sido producida. Por ejemplo, y solo a modo de ejemplo, el omni consumidor podría dejar de comprar café si éste no solamente no es orgánico, sino que tiene reportes de que los trabajadores de la finca de café tienen un salario que no les permite una vida digna.

Dejando a un lado este último aspecto, y que es muy complejo para poder tratarlo en este momento, lo interesante es que el poder del consumidor se está imponiendo en la forma de hacer negocios en este sector. Ahora no solamente se trata de que el producto llegue a la sala de venta y que tenga una presentación apetecible (ya sea fresco, en latas, botes o en cajas), sino que pueda garantizarse que ha sido tratado adecuadamente desde su cosecha.

Hasta ahora, por ejemplo, en nuestro país no existe una cultura de consumidor ilustrado, que cuestione la cadena de manejo de alimentos cárnicos. No trato, por cierto, de hacer una crítica dañina al sector, pero si el consumidor estuviera conciente de cómo se maneja esta cadena habrían muchos problemas. Y lo mismo se puede decir de otros sectores de la industria alimenticia.

Lo importante es que el tema de la trazabilidad, que ha surgido a través de los omni consumidores en EU y en Gran Bretaña, también debe ser un tema que debe subrayarse en nuestro país. Con ello nos estaremos preparando para un mejor clima de negocios a nivel internacional para nuestros productos y, por otra parte, se garantizará una mejor alimentación para nuestra población.

Para completar este comentario, cuando nos referimos a los que llamamos Trazabilidad, nos estamos refiriendo a la capacidad de saber en donde, cuando y cómo han sido manipulados los alimentos desde su cultivo, cosecha o captura, hasta la presentación como producto terminado, listo para consumir.