Hace algunos años un funcionario muy importante en nuestro país, en ese momento, hizo unas declaraciones muy desafortunadas que, al parecer, pasaron sin que se les hubiera dado la importancia que tenían. Dijo algo así (no es textual): “Nuestro país no necesita de la investigación (científica). No tenemos nada que descubrir ni investigar”. El tiempo ha pasado desde esas declaraciones y hemos asistidos a la decadencia de las instituciones encargadas de las investigaciones en el país. Entre ellas, la Universidad de El Salvador que, a pesar de las declaraciones sobre el tema, no despuntan las investigaciones en general.
Las políticas que impiden, o que no le dan la importancia necesaria a la investigación han seguido, permitiendo que nuestro país sea vulnerable y dependiente en diversos ámbitos. A corto plazo hay problemas que deben resolverse y cuya solución puede estar enfrente de nosotros pero con investigaciones sistemáticas. Para resolver cualquier problema hay que entender, en primer lugar, la naturaleza del problema y, con ello, las soluciones pueden visualizarse mejor.
La historia académica y científica de nuestro país ha mostrado que hay capacidad latente en nuestra población; pero hay que favorecer un entorno que permita que haya un desarrollo científico e investigativo.
En Costa Rica, un país muy cercano al nuestro, encontramos un buen ejemplo de cómo puede formarse un ambiente que favorezca la investigación y que, además, responda a los problemas que se plantea la humanidad. De hecho, la educación, en ese país, ha sido más prioritaria que en el nuestro. Además, han tenido políticas más abiertas en torno a problemas que pueden resolverse en forma creativa. Recordemos que ellos fueron los primeros, en Centro América, en negociar servicios ambientales con sus bosques. Para el 2011, desde Costa Rica se pretende enviar un motor espacial llamado Cohete Magneto Plasma de Impulso Específico Variable (VASIMRTM, por sus siglas en inglés), desarrollado por la empresa Ad Astra Rocket Company Costa Rica (AARCCR).
AARCCR es una subsidiaria de Ad Astra Rocket Company, empresa fundada por el astronauta tico Franklin Chan. Lo importante de esta compañía, dedicada al desarrollo de sistemas espaciales no solo es que radica una parte en Costa Rica, sino que contribuirá al desarrollo científico de ese país, además de aportar fondos a la economía de Costa Rica, al favorecerse con los derechos de propiedad intelectual, como originalmente se estableció en la creación de dicha subsidiaria.
¿Podremos imitar algún día el esquema de Costa Rica, favoreciendo la instalación de instituciones como AARCCR?
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