La manera más fácil para estar en buena forma, sin sobre peso, sin obesidad, es conocer lo que comemos. Así de fácil. Suena extraño, pues decimos que conocemos lo que comemos. No comemos pollo, comiendo una costilla que tenga más de cinco centímetros o más. O comemos rábanos y sabemos que no son papas. Sabemos qué es lo comemos, pero no del todo. Desconocemos mucho lo que comemos. Es como admitir a un asesino en nuestro hogar. Puede parecernos una persona normal, pero no sabemos que, si le damos la espalda, nos puede asesinar.
Para empezar, debemos tener en cuenta que el desarrollo que ha alcanzado nuestra sociedad tiene una característica: los negocios. Se produce lo más rápido posible, cualquier cosa, para obtener la mayor ganancia en el menor tiempo. Así, se cultiva con químicos que adelantan el crecimiento de los vegetales. Se le inyectan hormonas a los animales de granja y en la mitad de su tiempo normal de crecimiento, se vuelven mas grandes que los animales alimentados normalmente. En el plato, sin embargo, no se pueden distinguir entre si. Como el asesino y el normal: ambos sonríen igualmente.
Conozcamos lo que comemos y seamos sanos.
Comamos, pero no engordemos. Mantegamos nuestra salud con el control adecuado de nuestro peso, y alimentandonos sanamente.
Feliz año 2006!
Tuesday, December 20, 2005
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