Los riesgos de padecer del hígado se reducen a la mitad al consumir cafè o te, según reportes de investigadors del Instituto Nacional de Diabetes y enfermedades de los riñones y el sistema digestivo. El beber café se ha asociado al menor riego de padecer de cáncer en el hígado y de padecer de cirrosis.
A esta conclusión llegaron los doctores Constance Tuhl y James Everhart en diversos estudios emprendidos entre 1971 hasta 1993. Reconocen, sin embargo, que no tienen muy claro el mecanismo de esta actividad. Puede ser que se deba a una serie compleja de factores. Pero lo que se sabe es que los constituyentes del café, cafeína, cafestol, kahweol y otros antioxidantes del café, son los causantes de los efectos favorables en el hígado.
Es interesante también algunas de las terapias con el café. Una de ellas, siempre para el hígado, son los enemas de café. Estas terapias no son nuevas, tampoco las pruebas clínicas que se están haciendo. Estas son buenas noticias.
Afortunadamente, si podemos agregar un comentario, los estudios han sido hecho en los Estados Unidos, en Japón y en Europa. Esto consolida los nuevos descubrimientos, puesto que la FDA presenta algunos reparos con los estudios hechos afuera de los Estados Unidos, por lo que leía en una revista. Y la causa que ellos dicen es que no se tiene en cuenta el fenotipo de la población sometida a estudio. Al leer esto me imaginé leyendo el artículo en China Town de Los Ángeles, como ciudadano norteamericano, pero chino de tercera generación. Y leyendo que el café no puede darme los efectos benéficos porque los estudios han sido hecho en poblaciones asiáticas y no en norteamericanas.
Por suerte también, no me complico con lo de los fenotipos. Yo tomo café desde joven y sigo tomando porque me gusta. Si me protege del cáncer en el hìgado, ¡Qué bien!
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