Le dejaron una serie de antibióticos, pero no hubo ninguna mejoría. Solamente le encontraron una anemia muy profunda, según me siguió contando. Pasó el mes y el sobrino empeoró, por lo que volvió a llevarlo al hospital. No le encontraron nada nuevamente.
En la desesperación para tratar de mejorarlo la madre lo llevó a una curandera. Ésta le hizo una limpia, tras la cual le sacó un "animal", un insecto, que huyó hacia los arbustos cercanos a la casa de la curandera. Según la curandera, era un maleficio que le hicieron en contra de la madre, pero que el niño fue el que fue contagiado con dicho embrujo.
El niño siguió desmejorando, por lo que lo llevaron nuevamente al hospital. Esta vez, del hospital de San Vicente lo enviaron al Hospital Bloom. Un día después de llegar el niño murió.
A la madre la interrogaron en "Medicina Legal", antes de entregarle el cuerpo del hijo. La regañaron por haber llevado el niño a una curandera y la responsabilidad de la muerte fue trasladada a la curandera. Al parecer no habrá persecución legal en contra de la curandera, pero a la madre le dijeron que ella había tenido parte de culpa, por haber confiado en la curandera.
El 23 de este mes, en un periódico nacional también se informaba de la muerte de un infante por la mala práctica de un curandero. El ministro de salud declaraba, según el periódico: "Este es el primer caso en el año, el llamado es a la población para que cuando un niño tenga diarrea lo lleven de inmediato al médico ya que un curandero puede causar daños severos".
La muerte del sobrino de mi amigo no tuvo su origen en una diarrea mal tratada por un curandero, sino por otro tipo de enfermedad, pero ésta no puede responsabilizarse a la práctica de un simple curandero. Mi pregunta sería ¿Quién tiene la culpa?
El niño, según lo comentó mi amigo, padecía de una anemia profunda, es decir, una desnutrición evidente, producto de varias causas, entre las que destacan la pobreza y la ignorancia, que muy a menuda viajan de la mano. Luego, fue llevado a un centro hospitalario y nadie supo advertir la causa de su inflamación, mucho menos curarla. En su desesperación llevó al niño a un curandero que, aprovechando la ocasión, hizo gala de sus dotes mágicas y de la manga, la mano es más rápida que la vista, sacó un insecto. Pero no curó al infante. Murió y la que más padeció, después del niño, fue la madre. Perdió su fruto más querido y fue hecha responsable por su muerte.
Por fortuna, nuestros diputados se enfrascan en pleitos para aumentarse descaradamente su salario ... no hay medicinas en los hospitales ... hay un enorme desempleo en el país ... hay mucha delincuencia y crímenes que nadie quiere resolver ... y la culpa de la muerte del niño fue la de la madre, por llevarlo a un curandero
En la desesperación para tratar de mejorarlo la madre lo llevó a una curandera. Ésta le hizo una limpia, tras la cual le sacó un "animal", un insecto, que huyó hacia los arbustos cercanos a la casa de la curandera. Según la curandera, era un maleficio que le hicieron en contra de la madre, pero que el niño fue el que fue contagiado con dicho embrujo.
El niño siguió desmejorando, por lo que lo llevaron nuevamente al hospital. Esta vez, del hospital de San Vicente lo enviaron al Hospital Bloom. Un día después de llegar el niño murió.
A la madre la interrogaron en "Medicina Legal", antes de entregarle el cuerpo del hijo. La regañaron por haber llevado el niño a una curandera y la responsabilidad de la muerte fue trasladada a la curandera. Al parecer no habrá persecución legal en contra de la curandera, pero a la madre le dijeron que ella había tenido parte de culpa, por haber confiado en la curandera.
El 23 de este mes, en un periódico nacional también se informaba de la muerte de un infante por la mala práctica de un curandero. El ministro de salud declaraba, según el periódico: "Este es el primer caso en el año, el llamado es a la población para que cuando un niño tenga diarrea lo lleven de inmediato al médico ya que un curandero puede causar daños severos".
La muerte del sobrino de mi amigo no tuvo su origen en una diarrea mal tratada por un curandero, sino por otro tipo de enfermedad, pero ésta no puede responsabilizarse a la práctica de un simple curandero. Mi pregunta sería ¿Quién tiene la culpa?
El niño, según lo comentó mi amigo, padecía de una anemia profunda, es decir, una desnutrición evidente, producto de varias causas, entre las que destacan la pobreza y la ignorancia, que muy a menuda viajan de la mano. Luego, fue llevado a un centro hospitalario y nadie supo advertir la causa de su inflamación, mucho menos curarla. En su desesperación llevó al niño a un curandero que, aprovechando la ocasión, hizo gala de sus dotes mágicas y de la manga, la mano es más rápida que la vista, sacó un insecto. Pero no curó al infante. Murió y la que más padeció, después del niño, fue la madre. Perdió su fruto más querido y fue hecha responsable por su muerte.
Por fortuna, nuestros diputados se enfrascan en pleitos para aumentarse descaradamente su salario ... no hay medicinas en los hospitales ... hay un enorme desempleo en el país ... hay mucha delincuencia y crímenes que nadie quiere resolver ... y la culpa de la muerte del niño fue la de la madre, por llevarlo a un curandero
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