Hoy amanecía de goma moral.
Y prácticamente la tengo desde ayer.
Fuí a San Miguel (a dos horas de San Salvador). Llegué a las 9:40 am e inicié el regreso a las 11:40 a.m. En el trayecto de ida me entró un sueño mientras manejaba. Decidí parar, estirarme un poco y continué sin ningún problema. Al regreso, me entró de nuevo una especie de sueño. No quize parar, pero hubo un instante en que sentí que me dormí por un segundo. Desperté con un carro pasando en sentido contrario a gran velocidad, pero no lo vi instantes antes. El sueño se me fue de inmediato. Como si se me disparó la bombita de la adrenalina...
Pero continué conduciendo y me volvió a pasar lo mismo una media hora después. Y, de nuevo, el susto me despertó.
Pero seguí manejando. Entrando en el paso a desnivel de Soyapango, frente a Plaza Mundo, en la bajadita, me dormí por un brevísimo instante. Por suerte no había carros adelante, o por lo menos estaban algo lejos, lo que me permitió detenerme un poco.
El comentario es el siguiente: ¡Nunca debo hacer eso! Debo detenerme, despabilarme y, hasta que no esté completamente repuesto, continuar manejando. No quiero pensar en lo que pudo haber pasado si hubiese chocado.
Monday, January 09, 2006
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