Me regalaron un snack que se vende en las tiendas y supermercados de Taiwan, dirigido al público en general, pero enfocado en la gente menuda, niños y niñas. Era una tableta de algas secas. Además de haberme regalado este producto, también se lo regalaron a otra señora adulta. Ambos probamos el producto. A ella no le gustó y a mi me encantó.
Lo interesante de esta pequeña experiencia es que recordé mis tiempos de cipote [Cipote es una expresión que deriva de la palabra Nahuat Xipe: niño], cuando comía semillas de Tihuilote, y otras tantas semillas que ahora me resultan de un sabor no tan apetitoso. Mas bien, lo contrario, amargas, ácidas y casi repugnantes. El snack, por el contrario, tenía un marcado sabor a mariscos, a pulpo podría decir. A la señora no le gustan los mariscos, pero a mi si me gustan mucho. Le llevé una muestra a mis hijas, de 9 y 11 años de edad y a ellas le fascinó el producto.
Los niños no tienen prejuicios en nada. Y en cuanto a los gustos, todavía no han sido moldeados con la publicidad interesada de los productores de snacks o de bebidas. Claro que también pueden reconocer un alimento agradable de otro no agradable, pero el rango de sabores que los complace es mucho mayor que el del adulto. Tanto las experiencias asociadas a sabores y olores, así como la publicidad, decíamos, hace que el adulto seleccione los alimentos de su preferencia.
Martin Hickman, de The Independent reporta que muchas compañías están utilizando "trucos sucios", en Europa y en los Estados Unidos, para "atrapar" al consumidor infantil para que consuman productos que no son nutritivos. Entre las compañías que menciona el artículo de Hickman, que hace referencia a un reporte publicado en estos días en Inglaterra, están: Coca-Cola, Kraft, Cadbury Schweppes, Kellogg's, Burger King, KFC, McDonald's, Haribo, Nestlé, Masterfoods, Weetabix and Pepsico. Y el problema no solamente se tiene en los países del norte. Acá también tenemos nuestras propias compañías que desean mantener atrapado un público consumidor que va desde los niños a los adultos.
Volviendo al snack que me regalaron. Me parece interesante que las algas alimenticias son un producto que no tiene calorías, tiene minerales y tiene vitaminas. Al contrario, por ejemplo, de los famosos "churritos de queso" que se venden en nuestro mercado: altos en calorías y grasas, pero bajos en vitaminas y minerales. Este tipo de mercado, de la oferta que brindan los fabricantes, dice mucho de nuestra sociedad en cuanto a salud y nutrición y en cuanto al respeto que nos tenemos como parte de una misma nación: no nos respetamos, así de simple.
El reto, entre otras conclusiones que podríamos sacar de este hecho (snack de algas versus "churritos de queso"), es elaborar snack nutritivos para nuestros hijos, niños, jóvenes y adultos.
Friday, November 24, 2006
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment