La nutrición es importante para la salud. En esencia, una buena nutrición se traduce en una buena salud. Y hay estudios que lo demuestran. Por ejemplo, el Departamento de Salud y Recursos Humanos de West Virginia, Estados Unidos, tiene datos estadísticos interesantes. Uno de ellos, refiriéndose a la diabetes según la categoría de masa corporal (sano, con sobre peso y obeso), indica que el mayor porcentaje se encuentra en las dos últimas categorías. Evidentemente, los obesos son los que logran sacar el primer lugar.
En el caso de la hipertensión, el resultado es el mismo. Y en el caso de los que han tenido ataques cardiacos la tendencia es la misma: el obeso sufre más. Y así se podría seguir con las estadísticas. Lo cierto es que una buena nutrición significa el consumo de lo que en realidad necesitamos y no en los excesos de lo que no necesitamos,como es la grasa, los carbohidratos, la sal, el azúcar, los medicamentos, etc.
La Associazione italina Obesità AIO, dice que el problema de la obesidad, cuando ésta es muy alta, se vuelve complejo, bastante complejo. No solamente se trata de hacer dieta, sino de buscar apoyo psicológico. Sin embargo, es difícil encontrar este apoyo cuando la mayor parte de la gente sufre de obesidad, incluyendo el personal médico. Lo peor del caso es que no pueden recomendar bajar de peso si ellos mismos no tienen el peso normal o sano para exigirle al paciente que lo haga.
El ejercicio no es una de las soluciones prácticas para adelgazar. De hecho, en nuestra vida diaria, sería necesario dedicar mucho tiempo en ejercicios para venir a darse cuenta de que ese no es el camino. La única forma de bajar de peso, por cierto, es comer balanceadamente: comer lo necesario para reponer el consumo de energía diario y no más. Así de simple.
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