En este comentario no pretendo profundizar más allá de lo que podría hacerlo en una discusión de mesa. Ya existen muchos libros sobre filosofía, política e ideología para hacerlo; no creo, tampoco, que vale la pena citarlos, a pesar de que sería conveniente, para dar peso a lo que comento.
El hecho es que me dejaron intrigado los argumentos de un médico naturista en contra de los productos nutracéuticos. Un primer argumento fue el de decir, el médico naturista, que estos productos no tienen la eficacia que tienen nuestras plantas autóctonas en nuestra población (específicamente en estos 21,000 kilómetros cuadrados en el que vive la población de El Salvador). Decía, a modo de ejemplo, que es más eficaz para un salvadoreño usar el Jengibre que el utilizar el Gingseng chino.
Otro argumento que utilizó fue el de llamar a los productos nutraceúticos que vienen a nuestro mercado, productos del imperialismo.
Con el último argumento que dijo se me hizo fácil entender que que con dicho médico naturista no se podría sostener una discusión seria y objetiva, por lo ideologizada y chovinista de sus comentarios. Además del hecho de que sus argumentos connotaban algo más que una opinión.
Lo cierto es que me hizo pensar en que ésta persona se contradecía en sus posiciones. Normalmente cuando oigo argumentos que lindan con el racismo (posición que tiene varios aspectos), me digo que quien las sostiene es un ignorante. Por otra parte, esos argumentos los he leído con relación a medicinas experimentadas en Japón, pero, por ser el japonés de un fenotipo distinto al anglosajón, la FDA no autoriza su uso en los Estados Unidos. Sin embargo, el Sake emborracha en Japón, en Estados Unidos, en Latvia, en México, en fin, en todas partes, sin importar el fenotipo de las personas o el lugar en que se encuentren (razonando al absurdum).
Llamar a los productos nutracéuticos productos imperialistas suena más a resentimiento. También los europeos, los japoneses y otros países en distintos países del mundo producen nutracéuticos. El hecho de que esta persona no tenga acceso a la producción de tabletas naturales, o que considere que el negocio debe ser exclusivo para los "profesionales", es otra cosa. Su resentimiento, expresado como chovinismo, le impide ver que los pueblos del mundo han desarrollado sistemas económicos que, lamentablemente, han alienado a la sociedad de tal forma nos relacionamos en términos de mercancías y no como seres humanos que habitamos esta enorme isla llamada tierra.
El chovinismo no es una respuesta...
Thursday, March 30, 2006
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