De todas partes del mundo oímos hablar sobre nutrición, dietas y sobre todo aquellos alimentos que pueden ayudar a mejorar nuestra calidad de vida. En los países pobres, como el nuestro, la calidad de los alimentos que consumimos se cuestiona, en especial de los alimentos procesados, puesto que no hay un control sobre cómo se procesan ni en los aditivos que se le incorporan. Por ejemplo, hay consomés que tienen un poco más del 40% de sal de mesa como ingrediente principal y que por las características sensoriales de este ingrediente, y por lo barato que resulta el producto, tienen un mercado razonablemente grande (desde la óptica de los fabricantes)entre los consumidores del país.
Peter Dingle, un toxicologista nutricional de la Universidad de Murdoch, Australia, dice que con los alimentos que consumen nuestros hijos (se aplica ésto a Australia y al resto del mundo), los estamos condenando a que sufran de diversas enfermedades en su adultez. Y puntualiza uno de los aspectos coincidentes con lo que ya he mencionado: la cantidad de cloruro de sodio en los alimentos procesados es excesiva (Ver). Comenzando con problemas de hipertensión, retención de líquidos y otros, nuestra alimentación y la alimentación de nuestros niños nos prepara para sufrir enfermedades en el futuro.
Lo que más me llamó la atención de sus declaraciones es que Dingle afirma que algunos edulcorantes en los productos dietéticos solamente contienen bajas calorías, pero estimulan el apetito. Entre los que menciona está el Aspartame, que es un neuro-estimulante asociado con la estimulación del apetito. Por lo general, los productos dietéticos no tienen efecto en lo que se podría decir es la sensación de llenura, puesto que ésta se asocia a diversas sensaciones como textura y sabor. Si no se tienen, uno no puede sentirse satisfecho, por lo que es fácil seguir consumiendo alimentos hasta llegar a obtener dicha sensación de llenura.
Por otra parte, dice Dingle, el hecho de consumir productos dietéticos nos hace sentir que estamos haciendo algo bueno con nuestra salud y nos predispone a comer más de la cuenta.
Lo cierto es que, ya lo he mencionado en otros pasajes del blog, uno de los principales problemas al momento de asumir una dieta, es el desconocimiento de nuestro propio cuerpo. Esta ignorancia nos hace creer que un producto, o una dieta, controlarán un metabolismo que es mucho más complejo que todos los procesos involucrados en la creación de los productos dietéticos o de la elaboración de la dieta más creativa.
Monday, October 16, 2006
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