La Revista on line: Food Production Daily en un reciente artículo se pregunta sobre lo que puede hacer la industria de alimentos con relación al hambre mundial que actualmente existe. Lo cierto es que puede hacer mucho.
Pero antes, mencionemos en forma paralela al reciente ganador del Premio Nobel de la Paz, Mohamad Yunus, fundador del Banco Graamen. No voy a extenderme más que unas cuantas palabras cortas. Se le da el Nobel de la Paz a un hombre que debe obtener también el Nobel de Economía, pues está demostrando que se pueden hacer negocios financieros con los pobres y sin exponerlos a la usura, mejorando su nivel de vida.
Y, en este contexto, también la industria de alimentos puede hacer algo por la hambruna del mundo. De hecho, en el artículo se dice que la producción mundial de alimentos es mucho más alta que las necesidades de alimentos. Es decir, todo el mundo puede alimentarse, no hay escasez.
En la revista se menciona lo que León Tolstoi decía: basta pensar y preguntarse en “¿Qué puedo hacer yo? Y, entonces, proceder a hacerlo. Tan sencillo, no? Para los que vamos a misa, el día de ayer se leyó aquella parte del evangelio en la que a Jesús le preguntan qué es lo que hay que hacer para seguirlo. Jesús dice: Cumple los mandamientos de la ley de Dios. El interlocutor le respondió que eso ya lo hacía él. Entonces agrega Jesús: bueno, ve, vende todos tus bienes y regala lo ganado a los pobres y sígueme. Sencillo, no?
Es obvio que estas respuestas no son respuestas lógicas o, mucho menos, practices. Pero tienen mucho sentido si las vemos desde una perspectiva: somos miembros de una especie, hermanados en una misma casa, el mundo. Todos merecemos vivir y hacerlo de una forma digna y llenando las expectativas mínimas en nuestra calidad de vida. No se trata de regalar nada. De lo que se trata es de tender la mano a nuestros hermanos más vulnerables. La FAO dice que mueren más de 25,000 personas al día por hambre y que hay más de 800 millones de seres humanos que pasan hambre.
El artículo mencionado dice que una de las alternativas que pueden desarrollarse, en la búsqueda de solucionar el hambre en el mundo, es a través de la capacitación en el uso de las técnicas utilizadas en organizaciones sociales. Técnicas como la nanotecnología y otras, además de las técnicas administrativas, pueden ayudar a solucionar muchos de los problemas.
Lastimosamente, estas técnicas, nuevas y muy modernas, no representarían mayor aporte si antes no hay cambios en la conciencia de las personas que dirigen la industria y el comercio. Es un reto … Ojalá lo tomen como propio … Ojalá … Pero habría que recordar la frase: Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja…
Monday, October 16, 2006
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