El Vegetarianismo es un modo de alimentarse, también es una cultura. Pero no es la única cultura posible, ni la mejor, ni la peor. Simplemente es una cultura, como todas, con sus aspectos positivos y sus aspectos, como no, negativos.
Se esgrimen muchas rezones para ser vegetariano. La mayor parte de dichas razones son muy ciertas. Pero no invalidan el hecho de que es posible vivir nutriéndose de otra forma, comiendo carne.
Una de las razones que se pone como razón para abandonar la carne y preferir los vegetales como alimento exclusivo es que el hombre ha evolucionado de tal forma que no necesita comer carne. sus dientes, por ejemplo, no están hechos para desgarrar, como los dientes - colmillos- de los felinos y de los cánidos. Pero tampoco el hombre está equipado con el tipo de molares de los rumiantes o de otros animales herbívoros. Podemos comer de todo, como los simios, que comen toda clase de alimentos.
Otras razones se presentan desde el punto de vista ético. Tanto derecho tienen los animales de vivir como nosotros. No debemos matarlos ni mucho menos, hacerlos sufrir. En esto estoy de acuerdo en parte. No hace falta hacerlos sufrir. No me imagino estar en lugar de un cerdo de granja, viviendo en un espacio muy corto que no me permitiera dar dos o tres pasos, solamente estar comiendo, defecando y durmiendo, sin saber el por qué se lleva una vida de ese tipo y sin saber cual es el destino final. Por otro lado, la cadena alimenticia hace que haya depredadores y presas, es un hecho. El hombre, desgraciadamente está en lo más alto de la cadena o de la escala.
Otros razonan que el hábito de alimentarnos de cadáveres nos vuelve algo así como cadáveres vivientes. Pero este razonamiento, que es válido como razonamiento, tiene su debilidad en el hecho de que todo lo que comemos son productos orgánicos e inorgánicos, no comemos vida. Y esto es cierto incluso para los frijoles que nos comemos.
Otras razones, no las menores, que se dicen para valorar el vegetarianismo, es poner de ejemplo a cientos de grandes personajes que han aportado algo a la cultura del hombre. Gandhi, Buda, Bertrand Russell, entre otros. Pero también se puede mencionar a Victor Hugo, que comía carne roja, todos los días. O se puede mencionar a Hitler, como vegetariano y a Maximiliano Martínez Hernández, teósofo y vegetariano. Pero los dos últimos, pese a su modo de alimentarse fueron negativos para su época.
Una de las razones que se pone como razón para abandonar la carne y preferir los vegetales como alimento exclusivo es que el hombre ha evolucionado de tal forma que no necesita comer carne. sus dientes, por ejemplo, no están hechos para desgarrar, como los dientes - colmillos- de los felinos y de los cánidos. Pero tampoco el hombre está equipado con el tipo de molares de los rumiantes o de otros animales herbívoros. Podemos comer de todo, como los simios, que comen toda clase de alimentos.
Otras razones se presentan desde el punto de vista ético. Tanto derecho tienen los animales de vivir como nosotros. No debemos matarlos ni mucho menos, hacerlos sufrir. En esto estoy de acuerdo en parte. No hace falta hacerlos sufrir. No me imagino estar en lugar de un cerdo de granja, viviendo en un espacio muy corto que no me permitiera dar dos o tres pasos, solamente estar comiendo, defecando y durmiendo, sin saber el por qué se lleva una vida de ese tipo y sin saber cual es el destino final. Por otro lado, la cadena alimenticia hace que haya depredadores y presas, es un hecho. El hombre, desgraciadamente está en lo más alto de la cadena o de la escala.
Otros razonan que el hábito de alimentarnos de cadáveres nos vuelve algo así como cadáveres vivientes. Pero este razonamiento, que es válido como razonamiento, tiene su debilidad en el hecho de que todo lo que comemos son productos orgánicos e inorgánicos, no comemos vida. Y esto es cierto incluso para los frijoles que nos comemos.
Otras razones, no las menores, que se dicen para valorar el vegetarianismo, es poner de ejemplo a cientos de grandes personajes que han aportado algo a la cultura del hombre. Gandhi, Buda, Bertrand Russell, entre otros. Pero también se puede mencionar a Victor Hugo, que comía carne roja, todos los días. O se puede mencionar a Hitler, como vegetariano y a Maximiliano Martínez Hernández, teósofo y vegetariano. Pero los dos últimos, pese a su modo de alimentarse fueron negativos para su época.
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