"Yo quiero que al morir pueda hacer ejercicio en mi tumba" Anónimo
La búsqueda de la eterna juventud es tan vieja, o tan joven, como de vieja, o joven, tiene la humanidad. Difícilmente la podremos encontrar, si es que alguna vez se logre. Cronos, el viejo dios Griego, se come a todos y solamente Zeuz, con grandes trabajos, pudo librarse de la voracidad y crueldad fría del Dios del tiempo.
Oscar Wilde, por su parte, buscó la forma de resolver la derrota del tiempo al pactar con las fuerzas malignas, que podrían absorber temporalmente, el paso del tiempo, además de ocultar los efectos de la conciencia. Dorian Gray apenas logró vivir unos años más que sus contemporaneos, mucho menos para el tiempo que tiene el Universo.
Pero, a medida que la ciencia ha venido descubriendo los secretos de la vida, la humanidad ha experimentado a través de diversas formas para aumentar el tiempo de nuestra vida. Hubo una época en la que se inyectaban hormonas de mono, por ejemplo. Pero fueron intentos ciegos, no se obtuvo los resultados esperados.
La generación de los Baby Boomer por su parte, que ha dirigido el mundo a partir de la década de los sesenta, y que está por dejar su sitio a otras generaciones, también ha presionado, y lo hace con mayor fuerza últimamente, por el encuentro del secreto de la inmortalidad. Aubrey de Grey, por ejemplo, es uno de los científicos con más renombre debido a sus teorías sobre la inmortalidad sobre una base celular. Es Director de la Fundación Matusalén, que dirige sus actividades hacia el descubrimientos de nuevas terapias anti-envejecimiento. Incluso, esta Fundación ofrece premio en efectivo por este tipo de descubrimiento.
La lucha contra la senectud también ha entrado en la lucha por las ganancias. El sector del bienestar se puede cuantificar en varios billones de dólares en el comercio, que incluyen drogas, spa, alimentos funcionales y nutraceúticos, investigaciones, resorts, etc. En realidad se explota meticulosamente todo lo relacionado a la juventud y al evitar la decrepitud.
La detención, momentánea de Rambo (del cual es casi imposible encontrar información de la parte III en los sitios oficiales de Hollywood) en Australia, por ejemplo, agregó la atención sobre una de las drogas más discutidas en los últimos años: La Hormona del Crecimiento Humano (HGH, por sus siglas en Inglés). Los que pudieron ver personalmente a Silvester Stallone en persona, en esa ocasión, se impresionaron por el estado del actor. Se veía muy lleno de vigor, su musculatura había aumentado mucho y su piel dejaba de ver una juventud que no va con la edad que tiene. (Un periódico australiano transcribió las declaraciones de los acompañantes del actor, refiriéndose a la droga dijo: "... enhanced the perfomance of ..."), a lo cual Graham Norton comentó: !mejor denle más dosis, en lugar de quitársela..!").
Y así como dicha droga, HGH, existen otras que prometen prolongar la juventud. También hay otros métodos. Algunos muy raros, otros con cierta lógica. En el fondo se trata de un deseo muy humano. Todos quisiéramos vivir lo más que podamos, pero también deseamos hacerlo con una plenitud de fuerza igual a la de nuestra juventud, o, por lo menos, que podamos ser independientes de otros congéneres. No queremos llegar a viejos y permanecer en sillas de ruedas, siendo atentidos por otro ser humano más joven que uno.
Este deseo, como decíamos, es aprovechado por el mercado. Y, como decía alguien, si se quiere pagar para saber lo que ya sabemos, que hay que llevar una vida sana, con buena nutrición y ejercicio regular, paguemos. Pero el tiempo siempre nos alcanzará.
Oscar Wilde, por su parte, buscó la forma de resolver la derrota del tiempo al pactar con las fuerzas malignas, que podrían absorber temporalmente, el paso del tiempo, además de ocultar los efectos de la conciencia. Dorian Gray apenas logró vivir unos años más que sus contemporaneos, mucho menos para el tiempo que tiene el Universo.
Pero, a medida que la ciencia ha venido descubriendo los secretos de la vida, la humanidad ha experimentado a través de diversas formas para aumentar el tiempo de nuestra vida. Hubo una época en la que se inyectaban hormonas de mono, por ejemplo. Pero fueron intentos ciegos, no se obtuvo los resultados esperados.
La generación de los Baby Boomer por su parte, que ha dirigido el mundo a partir de la década de los sesenta, y que está por dejar su sitio a otras generaciones, también ha presionado, y lo hace con mayor fuerza últimamente, por el encuentro del secreto de la inmortalidad. Aubrey de Grey, por ejemplo, es uno de los científicos con más renombre debido a sus teorías sobre la inmortalidad sobre una base celular. Es Director de la Fundación Matusalén, que dirige sus actividades hacia el descubrimientos de nuevas terapias anti-envejecimiento. Incluso, esta Fundación ofrece premio en efectivo por este tipo de descubrimiento.
La lucha contra la senectud también ha entrado en la lucha por las ganancias. El sector del bienestar se puede cuantificar en varios billones de dólares en el comercio, que incluyen drogas, spa, alimentos funcionales y nutraceúticos, investigaciones, resorts, etc. En realidad se explota meticulosamente todo lo relacionado a la juventud y al evitar la decrepitud.
La detención, momentánea de Rambo (del cual es casi imposible encontrar información de la parte III en los sitios oficiales de Hollywood) en Australia, por ejemplo, agregó la atención sobre una de las drogas más discutidas en los últimos años: La Hormona del Crecimiento Humano (HGH, por sus siglas en Inglés). Los que pudieron ver personalmente a Silvester Stallone en persona, en esa ocasión, se impresionaron por el estado del actor. Se veía muy lleno de vigor, su musculatura había aumentado mucho y su piel dejaba de ver una juventud que no va con la edad que tiene. (Un periódico australiano transcribió las declaraciones de los acompañantes del actor, refiriéndose a la droga dijo: "... enhanced the perfomance of ..."), a lo cual Graham Norton comentó: !mejor denle más dosis, en lugar de quitársela..!").
Y así como dicha droga, HGH, existen otras que prometen prolongar la juventud. También hay otros métodos. Algunos muy raros, otros con cierta lógica. En el fondo se trata de un deseo muy humano. Todos quisiéramos vivir lo más que podamos, pero también deseamos hacerlo con una plenitud de fuerza igual a la de nuestra juventud, o, por lo menos, que podamos ser independientes de otros congéneres. No queremos llegar a viejos y permanecer en sillas de ruedas, siendo atentidos por otro ser humano más joven que uno.
Este deseo, como decíamos, es aprovechado por el mercado. Y, como decía alguien, si se quiere pagar para saber lo que ya sabemos, que hay que llevar una vida sana, con buena nutrición y ejercicio regular, paguemos. Pero el tiempo siempre nos alcanzará.
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