Monday, February 20, 2006
La Silueta
Nuestro cuerpo presenta una forma básica para todos los habitantes del planeta. Todos los seres humanos nos parecemos entre si, salvo por pequeñas diferencias superficiales que no son ciertamente significativas, pero que han dado origen a diferentes razas en todo el mundo.
Nuestro estilo de vida, nuestra actividad diaria, desarrollada a través del tiempo y el consumo de nuestros alimentos, nos confieren diferentes siluetas específicas a nuestros cuerpos. Somos delgados o gordos, o tenemos una figura normal. Aún así, dentro de nuestra figura normal, podemos encontrar tres tipos de modelos: asténicos, atléticos y pícnicos (pequeño, mediano, grande). Una forma de saber a que tipo pertenecemos es tomar nuestro dedo pulgar y nuestro dedo medio de la mano derecha y abarcar con ellos nuestra muñeca izquierda. Si las puntas de los dedos se tocan, tenemos una contextura mediana. Si los dedos se traslapan uno con otro, nuestra contextura es pequeña. Si no logramos tocarnos las puntas de los dedos, somos de contextura grande.
La pertenencia a cualquiera de estos tres tipos de modelos de contextura tiene que ver con la estructura ósea; pero el hecho de ser obeso o flaco sí depende de nuestros hábitos alimenticios y de nuestro metabolismo
La vida moderna, con un ritmo agitado, pero muy sedentaria a la vez, modifica nuestra silueta; ha modificado también nuestros hábitos alimenticios y, al menor descuido, engordamos.
Sin embargo, muchos creemos que debemos tener una silueta agradable. Algunos optan por hacer ejercicios y verse musculosos. Otros, en hacer dietas y pueden correr el peligro en caer en la anorexia. Lo importante es saber a qué tipo de modelo de contextura pertenecemos y buscar alimentarnos adecuadamente, sin excesos ni deficiencias. De esta forma podremos tener una silueta sana.
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