La necesidad es madre de la invención. A veces tarda, pero siempre hay una luz que se enciende y florece una invención que facilita una operación.
Bueno, esto pensé cuando leí la historia del invento de la pajilla, como llamamos aquí, en El Salvador, a ese invento para succionar líquidos por medio de la boca. Este invento vino, a mi parecer, a resolver un deseo de aquellos que tomaban líquidos en restaurantes públicos y tenían miedo de contagiarse de algo al poner su boca en la orilla de un vaso. Los vasos desechables también resuelven este problema, pero puede ser que la pajilla haya venido a resolver un problema de percepción. Pero, veamos el siguiente paso, la pajilla flexible…
Martha Davison, en un artículo sobre la Pajilla Flexible, cuenta que la historia comienza en 1936, cuando Julia Friedman estaba tomando un líquido de un recipiente que se encontraba alejado de ella y que un vidrio no permitía que la pajilla fuera directamente hacia el líquido. Al tratar de doblar la pajilla, ésta se comprimió y no pudo tomar el líquido. Su padre, Joseph Friedman, al regresar a su casa, inventó la pajilla flexible… fácil, ¿no?
Lo que se dice de Friedman, padre, es que él era un inventor desde los 14 años. A los 21 años había inventado el succionador que utilizó posteriormente las plumas fuentes de la Sheaffer Pen Company (para aquellos que conocieron este tipo de plumas, que se recargaban a través de un bombeo. Los cilindros de tinta vinieron a sustituir este tipo de pluma). Davison dice que cuando sucedió lo de la pajilla, Friedman tenía 9 patentes en su bolsillo.
Friedman observó que un cilindro liso colapsa fácilmente al doblarse, al contrario de un cilindro con rosca. El fabricó la pajilla al colocar un tornillo y rodearlo con papel. Luego, lo probó doblándolo y no se colapsó. Al inventar este tipo de pajilla se encontró con el problema de patentarla, lo que hizo de inmediato y, luego, de vender el invento. Friedman decidió fabricar las pajillas.
Al fabricarlas se dio cuenta que si coloca un tornillo para hacer las roscas, las pajillas no presentan una forma limpia. Además, colapsan verticalmente, como un acordeón. Así que decide utilizar un recubriendo de cera. Este recubrimiento hace que el diseño sea efectivo y la pajilla pueda venderse sin problemas.
En 1951, saca las pajillas al mercado. Lo interesante de este relato es que ahora es casi imposible encontrar en el mercado este tipo de pajilla flexible. Lo que encontramos es pajillas flexibles, pero de plástico. Así quien no, ¿verdad?
Lo que puede sacarse de esta historia, es que siempre hay algo que podemos mejorar. Las pajillas ahora se utilizan en muchos ambientes: en hospitales, en fiestas, en la casa, frente a la caja tonta, etc. Pero satisfacen un deseo de comodidad e higiene y seguridad. Lo importante es tener ojos para encontrar estas necesidades..
Tuesday, September 19, 2006
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