Lágrimas
Nuestros ojos producen tres tipos básicos de lágrimas:
Lágrimas basales: se producen continuamente y facilitan el trabajo de nuestros ojos, lubricándolos, manteniéndolos húmedos y protegiéndolos del polvo que flota en el ambiente.
Lágrimas de irritación: se producen cuando llega a los ojos alguna basura un poco grande, o se nos introducen pequeñas partículas de polvo, o pequeños insectos, o arena, etc.
Lágrimas emotivas o emocionales: se liberan en momentos en los que los sentimientos son fuertes -alegres, tristes o de pena.
Para nuestra salud ocular, los dos primeros tipos de lágrimas se producen casi continuamente. El último tipo de lágrimas debería ser normal, pero nuestra cultura ha logrado que mucha gente logre contenerlas. En nuestras sociedades machistas es difícil que un hombre llore, al menos no en estado de sobriedad. Cuando se emborrachan es más fácil llorar. En cambio, las mujeres tienen mayor facilidad para llorar.
Nuestro cuerpo humano es bastante complejo y sofisticado. Miles de millones de años han contribuido a que nuestra especie haya logrado llegar a ser la que domine en nuestro planeta (y ojalá no lo destruya, como para ser que será). El llanto se ha convertido en una respuesta a nuestras relaciones con el mundo externo. Todos lloramos en alguna medida y si somos normales.
Nuestras lágrimas expresan emociones, siendo excreciones de nuestro cuerpo, que, como ya hemos dicho, son producidas para cumplir diversas funciones: basales, en respuesta a la irritación y a las emociones.
Al llorar en respuesta a una emoción, nuestras lágrimas arrastran hormonas o proteínas que han sido liberadas por nuestro cuerpo en respuesta a una emoción. Las lágrimas nos liberan de dichas proteínas, regulando su nivel dentro de nuestra sangre. El resultado se evidencia cuando, después de llorar, las personas se sienten mejor de cómo estaban antes.
A modo de testimonio de lo anterior, a veces me he sentido 'incómodo', sin saber por qué. La incomodidad la he cargado por mucho tiempo, de tal forma que hubo una vez que me tomé una botella de vino rojo y, de pronto, sentí el deseo de llorar, sin motivo alguno, pero fue tan fuerte ese deseo que lloré durante media hora. Luego, me sentí mejor, mucho mejor de lo que antes me sentía... Ahora sé que estaba liberándome de las proteínas en exceso.
Los bioquímicos han demostrado que la hormona que se libera en el llanto, a través de las lágrimas, es la prolactina. Dicha hormona se encuentra en mayor concentración en las mujeres que en los hombres (es obvio, pues también tiene que ver con la síntesis de la leche materna). Es claro que esta hormona se libera en los momentos de tensión o estrés, por lo que, en síntesis, es bueno llorar. No se trata de recurrir al llanto fácil, sino más bien, recurrir al llanto para liberarnos de aquellos sentimientos que nos surgen cuando ya no hay más que hacer, como en la muerte de un ser querido...o de la separación de un ser querido por la distancia...
LLorar también es de hombres!
Saturday, September 02, 2006
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