Friday, July 07, 2006
Sobre Bebés
Tengo varios amigos que están por ser padres. Algunos primerizos, otros no. Uno de ellos será padre, en Agosto, padre de dos niños. Afortunadamente todos tienen el consejo y asesoría de su familia. Pero, para agregar algo, un consejo no viene mal. Obviamente, y repito lo que he escrito en más de alguna ocasión, no soy médico, mis consejos no son consejos de médico, por lo que si hay alguna duda, les invito a que consulten a un verdadero profesional de la medicina. Pero hay cosas que puedo recomendar y es la experiencia común y corriente.
Lo primero que puedo decir es que el mejor alimento que un bebé puede obtener es la leche materna. Además de contener todos los elementos necesarios para su crecimiento, le fortalece la capacidad inmunológica. Claro está que debe considerarse el origen de la leche materna: la madre debe nutrirse adecuadamente, para poder transmitir lo mejor de sí a su crío.
Durante los primeros días de vida, el bebé suele pedir alimento entre ocho y diez veces diarias, pero progresivamente se establecerá en un ritmo de siete tomas diarias. Como al comienzo el intervalo entre cada una es de unas tres horas, el horario de alimentación normal suele ser a las 6, 9, 12, 15, 18 y 21, más una toma adicional entre la una y las dos de la madrugada. Con el tiempo, se debe establecer un horario “normal”, para que la madre pueda dormir.
Hasta los cuatro meses el bebé debe consumir alimentos líquidos. Luego, y poco a poco, puede comenzar ingerir alimentos sólidos, en especial, cerales.
Durante los 12 primeros meses de vida, un bebé triplica su peso y su estatura aumenta en un 50 por ciento. Estos incrementos en peso y estatura son los principales índices utilizados para la evaluación de su estado nutricional y se miden a intervalos regulares, comparándolos con curvas de crecimiento estándar.
La lactancia materna sigue siendo la mejor manera para alimentar a un bebé sano y que haya nacido a término, como ya hemos apuntado anteriormente. La leche materna contiene también agentes antibacterianos y antiinfecciosos, entre ellos las inmunoglobulinas, que tienen una gran importancia en el fortalecimiento del sistema inmunológico. El calostro, que es el fluido que producen las glándulas mamarias durante los primeros días posteriores al parto, es rico en proteínas, vitaminas y minerales. Además, contiene anticuerpos y agentes antiinfecciosos, factores antinflamatorios, factores de crecimiento, enzimas y hormonas que son beneficiosas para el desarrollo y crecimiento del bebé.
Según los expertos, la lactancia materna es muy recomendable por motivos psicológicos, fisiológicos y emocionales. No hay ningún motivo por el que el que no se deba continuar con la lactancia hasta los dos años, ya que es beneficioso para la madre y para el niño desde el punto de vista nutricional.
Los niños alimentados con preparados también deben comer según lo que necesiten, y para un óptimo crecimiento del bebé, deben prepararse siguiendo puntualmente las instrucciones del fabricante. Es preciso poner especial atención a la esterilización de los utensilios utilizados para dar de comer al niño, y reducir así los riesgos de contaminación, ya que los bebés alimentados con preparados no tienen la misma protección inmunológica que los bebés amamantados.
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