¿Por qué escribo en este blog? Esa pregunta me la hago con frecuencia, pues si bien es cierto que alguien puede leer mis comentarios, no necesariamente logran el objetivo que persigo, que es proporcionar ideas sobre el bienestar personal, en especial, el que tiene que ver con la salud.
La tarea que me he autoimpuesto, sin embargo, no la puedo completar y, muchas veces, tomo "prestado" ideas de otros artículos o de otras páginas. Además, la mayoría de veces no logro editar o revisar en detalle lo escrito, así que algunas veces podría estar diciendo inexactitudes, aunque sea sin querer. El objetivo siempre lo logro: escribir sobre el bienestar, sobre la salud y la nutrición que lleva a obtener una vida más sana.
Pero la salud no es algo tan sencillo de explicar. Estar sano no solo tiene que ver con lo que se come, ni con los hábitos de vida. También existen variables que pueden permanecer escondidas entre la complejidad de nuestras vidas. Así, gente que fuma puede morir longevos, sin haber tenido problemas con el cáncer ni con los pulmones, aunque sean casos muy raros. También puede haber personas, y he conocido algunas, que se han cuidado mucho, que pueden fallecer de enfermedades que, dado sus hábitos, uno no puede imaginarse que los hubiera puesta en esa ruta. La vida es un misterio, por lo que cualquier consejo para poder mejorarla nos parece bienvenido y por eso escribo como escribo.
Un blog, por cierto, es un medio de expresión, como lo son los medios de comunicación, pero más democráticos puesto que permiten al común de la gente que pueda expresarse y que lo puedan leer. Por ejemplo, cuando el mundo está en llamas, podemos expresar nuestro desacuerdo por las guerras de expansión y dominación en el medio oriente, llamar asesinos a los asesinos y locos a los locos y expresar nuestro desacuerdo con el asesinato brutal de gente inocente. No hay daños colaterales, es genocidio. No hay guerras asimétricas, hay matanza, simplemente.
Y, volviendo a la nutrición, permite que podamos expresar y aconsejar el consumo de algunos alimentos, a pesar de que algunos investigadores expresen precaución o nieguen la bondad de algunos de los elementos nutricionales que conforman un alimento en especial. El chile picante, por ejemplo, era malo hace menos de treinta años. Hoy se sabe que ayuda a combatir el cáncer de próstata. El café es malo para algunos, ahora se sabe que tiene una gran cantidad de antioxidantes. El frijol, desdeñado por los anglosajones del norte, los gringos, ahora se le conocen muchos antioxidantes, además de su gran contenido proteínico.
En fin, escribir sobre nutrición, sobre bienestar, no necesariamente tiene que ser a base de nuestras propias ideas. Somos limitados. Así que la idea de un blog, además de escribir lo que queramos, puede contribuir a difundir ideas, a democratizar este mundo, a pesar de que estamos viviendo tiempos de locura.
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