Cuando se trata de salud y bienestar y se relaciona con la dieta nutricional adecuada que debe mantenerse, también es importante no caer en problemas psicológicos que pueden derivan en lo que se llama Bulimia y Anorexia.
Estos problemas pueden definirse como lo hace el manual de diagnóstico de los trastornos mentales DSM-IV:
o La Anorexia nerviosa: “es el rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal (85% menor a lo esperable), miedo intenso a convertirse en obeso, alteración de la percepción del peso o la silueta. En las mujeres prepuberales, presencia de amenorrea (al menos tres ciclos consecutivos)”. Según el manual si la anorexia es acompañada de atracones (ver la definición más abajo), purgas y vómitos provocados se denomina entonces como anorexia del tipo compulsivo/purgatorio.
o La bulimia nerviosa: es "la presencia de atracones recurrentes, conductas compensatorias inapropiadas con el fin de ganar peso (al menos dos veces por semana por un período de tres meses), provocación de vómitos, uso de laxantes, diuréticos, enemas, fármacos, ayuno, ejercicio excesivo. Si no se recurre regularmente a provocarse el vómito ni usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso entonces se denomina bulimia nerviosa del tipo “no purgativa”
Los rasgos que pueden darnos una clara idea de lo que puede pasar en el comportamiento de un bulímico o de un anoréxico son:
Para la Bulimia:
o Preocupación constante por la comida (habla de peso, calorías, dietas...).
o Atracones, come de forma compulsiva, esconde comida.
o Miedo a engordar.
o Acude al lavabo después de comer.
o Vómitos autoprovocados, abusa de laxantes o diuréticos.
o Usa fármacos para adelgazar.
o Realiza regímenes rigurosos y rígidos.
Signos fisiológicos: Modificación del carácter (depresión, sentimientos de culpa u odio a sí mismo, tristeza, sensación de descontrol...) Severa autocrítica. Necesidad de recibir la aprobación de los demás respecto a su persona. Cambios en la autoestima en relación al peso corporal. Inflamación de las parótidas. Pequeñas rupturas vasculares en la cara o bajo los ojos. Irritación crónica de la garganta. Fatiga y dolores musculares. Inexplicable pérdida de piezas dentales. Oscilaciones de peso (5 ó 10 Kg, arriba o abajo).
Para la Anorexia:
* Conductas patológicas Conducta alimentaria restrictiva (poca cantidad de comida) o dietas severas. Rituales con la comida como: contar calorías, descuartizar la comida en trozos pequeños, preparar comida para otros y no comer.
* Miedo intenso a engordar, luchando por mantener el peso por debajo de lo normal.
* Temor a verse obligado a comer en sociedad (fiestas, reuniones familiares...).
* Hiperactividad (exceso de gimnasia u otros deportes).
* Esconder el cuerpo debajo de ropa holgada.
* Negarse a usar ropa de baño y que vean su cuerpo.
* En ocasiones, atracones y uso de laxantes o diuréticos. Abuso de edulcorantes.
Signos fisiológicos: Pérdida progresiva de peso (con frecuencia sucede en un período breve). Falta de menstruación o retraso en su aparición sin causa fisiológica conocida. Palidez, caída del cabello, sensación de frío y dedos azulados. Debilidad y mareo Cambio de actitud: Cambio de carácter (irritabilidad, ira). Sentimientos depresivos. Inseguridad en cuanto a sus capacidades. Sentimientos de culpa y autodesprecio por haber comido o por hacer ayuno. Aislamiento social.
Así como nos podemos creer nuestras propias mentiras de que no estamos gordos, a pesar de que tengamos un Índice de Masa Corporal alto (>26), también podríamos creer que no somos anoréxicos ni bulímicos. Lo más importante, en el área de la salud y el bienestar, es que nuestros hábitos no nos causen más preocupación que sentarnos a la mesa y disfrutar nuestros alimentos.
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