Obesidad Infantil

En Gran Bretaña se quiere pesar a los niños, a todos, como parte de una campaña rutinaria para informar a los padres sobre el estado de sus niños, previniendo de esa forma la epidemia de obesidad que existe actualmente. Hay cuestionamientos en este programa que, para nuestra cultura, resulta paradójico: se teme "molestar" a los niños al decirles que son gordos. Esa es una cuestión que se debate, pero que, al final, prevalecerá la cordura, pues existe una epidemia que debe contenerse.

Los problemas del sobrepeso u obesidad en los niños es multifactorial, pero básicamente tiene que ver con la modificación de la dieta de los niños y, con las técnicas de mercadeo y con la tecnología existente, los niños gastan menos energías que antes. Se ha desarrollado una tecnología del entretenimiento que hace que los niños pasen sentados mucho tiempo frente al televisor, jugando videos que no los hace sacar esa energía tan natural en esa edad. Antes, en cambio, un pedazo de madera era un carro y una escoba era un caballo, se corría, se saltaba, se jugaba al escondite, etc.; se gastaba la energía suficientemente necesaria para vivir alegremente como infante.

La era moderna, con sus exigencias y necesidades, también ha dado pie a que los niños se alimenten con mayor volumen de comidas, pero con pocos nutrientes. Vemos a los niños en edad escolar asistir a su escuela con jugos enlatados y galleticas, refrigerios diferentes a los de hace más de una generación, en la que los niños llevaban comida casera en sus cajas o loncheras. El cambio ha significado el cambio en la calidad de la comida: ahora es peor que antes.

Reconocer que hay cambios en el estilo de vida de antes podría parecer una respuesta a los problemas que ahora se enfrenta la sociedad con la obesidad. Sin embargo, por lo que parecería ser una forma rápida de resolver el problema no es fácil de implementar. La sociedad ha sido manipulada y ya existe un estilo de vida que no parece ser viable cambiarlo, por lo que debemos convivir con esta plaga hasta que nos golpee mucho más y se entienda que se necesitan los cambios efectivos.

Los intereses comerciales de muchas empresas tanto de la industria alimentaria como de la industria farmaceútica hacen que un problema como la obesidad haya dado pie a "remedios" que no lo son. Se busca en los genes, se busca en los químicos que inhiben el hambre, etc., cuando lo más lógico es reducir los niveles de publicidad de la comida chatarra, regular dicha comida y establecer una política nutricional educativa para toda la sociedad. En nuestros países, por lógica, debe comenzarse con la reducción de la desnutrición infantil mejorando la brecha existente actualmente entre los que tienen mas, y están mejor educados, y entre los que tienen menos, y se mantienen en la ignorancia.