En las primeras experiencias, los ratones se expusieron a rayos ultravioletas B, uno de los componentes de la luz solar más peligrosos. El profesor Allan Conney, de la Universidad en Rutgers, New Jersey, Estados Unidos, sospecha que el ejercicio incrementó los niveles de apoptosis o suicidio celular.
La muerte programada de las células con defectos es una forma que el cuerpo se protege a si mismo en contra del cáncer.
El otro experimento encontró que el ejercicio, junto con una dieta restrictiva redujo el número de crecimiento de células cancerígenas. El profesor Conney dice que las experiencias sugieren que el ejercicio incremetna los niveles de "suicidio celular" o muerte de las células defectuosas.
Estas experiencias también dieron otras sorpresas. Los ratones que habían sido mantenidos con un régimen de ejercicios tenían menor peso corporal pero habían retenido más grasa durante el estudio que los ratones de control, probablemente porque los otros ratones pasaban más tiempo enfermos.
Adicionalmente, los ratones corredores, con mayores niveles de corticosterona, también mostraron niveles atlos del factor-1 de crecimiento como la insulina (IFG-1), una hormona asociada con el cáncer, lo cual dejó asombrados a los investigadores. Eeto puede ser un resultado del desarrollo muscular de los ratones.
El siguiente paso en la investigación, dicen los investigadores, es ver cual es el efecto del ejercicio en el número y desarrollo de los pólipos, permitiendo que los ratones se alimenten como ellos quieran.
Si se pudiera inferir que el mismo resultado se obtendría en los humanos, desde ya es necesario que nos pongamos a hacer ejercicio (los que no lo hacen) y a comer un poco menos.
No comments:
Post a Comment