Nuestros ojos necesitan las lágrimas para preservar su salud y su funcionamiento adecuado. Las lágrimas, en primera instancia, las vemos como resultado de una reacción físico o emocional de las personas. Sin embargo, las lágrimas se están produciendo constantemente para garantizar un funcionamiento adecuado de nuestros ojos.
Además de cumplir funciones de lubricación del globo ocular, también proporciona compuestos químicos que lo protegen de la acción de las bacterias o microorganismos que puedan perjudicarlo.
Normalmente, el cuerpo produce dos tipos de lágrimas:
* Lágrimas lubricantes, que se producen todo el tiempo. Ayudan a mantener los ojos húmedos y limpios, y a combatir la infección. Las lágrimas contienen capas de agua, mucosa y aceite.
* Lágrimas reflejas, que se producen en respuesta a una lesión, irritación (como el humo o químicos tóxicos) o emoción.
Las lágrimas junto a otros elementos del ojo como los párpados y las pestañas, cumplen funciones de protección. Cuando un cuerpo extraño se pone en contacto con la córnea las primeras reacciones son el cierre de los párpados y un incremento importante en la secreción lagrimal con el objeto de expulsar el cuerpo extraño.
Normalmente cada vez que parpadeamos, distribuimos uniformemente las lágrimas en el globo ocular manteniendo una película protectora.
La adecuada alimentación es necesaria para que la composición de las lágrimas sea óptima, en caso contrario se producirían lagrimas que no pueden mantener una película constante sobre el globo ocular. La carencia de ciertas vitaminas como la “A” influencia la calidad de las lágrimas.
La composición física de las lágrimas recuerdan al agua salada. Un 98% es agua pura y el resto son sales minerales y enzimas que ayudan a las funciones de los ojos.
Ahora bien, y como me lo decía un amigo Inglés, llorar es bueno, una vez necesitemos hacerlo. No importa si somos hombres, llorar también es de este género.
Saturday, June 24, 2006
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